En este caminar, con otros, se aprende y se desaprenden, cosas, tendencias, vivencias, en fin saberes. Comparto con ustedes este caminar, con algunos artículos, ensayos, notas, comentarios, y extractos de algunos libros, espero sus comentarios, que nutran esta experiencia y convide a otros a caminar.

CAMBIO DE MIRADA: “EL EMPRENDIMIENTO UVEMISTA”


“El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar
 territorios nuevos, sino en tener nuevos ojos”
M. Prous

Trujillo, es un estado con unos 740.000 habitantes, cuenta con tres ciudades principales (Trujillo, Valera y Boconó), alberga uno de los monumentos más significativos del país como lo es la Virgen de la Paz, es cuna de grandes venezolanos y venezolanas como José Gregorio Hernández, Rafael Rangel, Mario Briceño Irragorry, Cristóbal Mendoza, Mercedes Díaz, Eloísa Fonseca, Aura Salas Pizani entre muchos otros, también, es uno de los estados con la mayor producción en hortalizas, frutas, flores, champiñones y café del país; cuenta con un potencial turístico enorme, puerto, grandes montañas, pueblos mágicos, donde además funcionan 5 Universidades y más de 6 Institutos de Educación Superior, es uno de los principales estados de Venezuela con capacidad de exportación de talento humano de excelente calidad.

Sin embargo, resulta paradójico que un estado con esas potencialidades, en los últimos treinta años, no haya podido destacar positivamente en indicadores en desarrollo humano sustentable, crecimientos económicos o calidad de vida. Este es el triste contexto que encuentran los recién graduados de las distintas universidades; que los obliga a subemplearse, acudir a la economía informal, conseguir un empleo precario, o a ir a emprender en otro lugar, para formar parte de esa diáspora que tanto ha menguado el desarrollo de la región. 

En este entorno, nace la Universidad Valle del Momboy, promovida por emprendedores sociales, una universidad joven y distinta, una asociación civil sin fines de lucro; que huérfana, al no formar parte de la asociación de universidades privadas ni públicas del país, fue acogida por la asociación de universidades católicas, fijándose como visión ser una comunidad universitaria al servicio del desarrollo humano sustentable, promoviendo procesos de relevancia y formando de manera integral a personas altamente participativas, competentes pero sobre todas las cosas emprendedoras.

La universidad, en si, se ve como un ente, que tiene la responsabilidad y la posibilidad de influir de manera real en el desarrollo del estado y es allí donde se inicia el recorrido en busca del ¿cómo hacerlo?. Han sido muchos años y muchas alternativas las que se evaluaron cambiar la realidad de Trujillo y en algunos momento tuvimos la certeza de estar haciendo lo que podíamos hacer: “formar personas”; sin embargo, con el caminar y con un cambio de mirada, se entendió que no bastaba con “formar personas” que buscarán posibilidades de crecimiento profesional y económico en otras partes, por el contrario se requería “formar personas emprendedoras”, que se quedarán en su tierra para emprender. 

Convencidos que encender el espíritu emprendedor en los jóvenes y en la comunidad universitaria era parte de la misión, se creo la Aldea Emprendedora, inicialmente con el objeto de potenciar experiencias previas que desde hace tiempo se venían haciendo de manera empírica, y complementar, aportar y velar por la enseñanza del emprendimiento de la mano con la academia. Se inicia, de esta manera, la búsqueda de experiencias y aliados que nos acompañarán y apoyarán, experiencias nacionales e internacionales que nos permitieran lograr formar emprendedores, pero una formación contextualizada con las realidades de Trujillo. 

Un nuevo cambio de mirada se dio, y se replanteo la razón de ser una vez más, necesitamos “formar personas emprendedoras” pero no con el fin último que sean empresarios; sino “que se conviertan en agentes trasformadores de realidades”. Queremos formar emprendedores: estudiantes emprendedores, profesores emprendedores, empresarios emprendedores, emprendedores sociales. 

En la actualidad la Cátedra de Emprendimiento de la UVM, es un eje trasversal en todas sus carreras, que irradia a nuestra comunidad universitaria, a los empresarios, a nuestro entorno y por donde han pasado centenares de estudiantes; en los cuatro módulos secuenciales llamados “Desarrollo de Emprendedores”, todos los estudiantes desde su primer semestre hasta el cuarto tienen la oportunidad de encender su espíritu. Con el caminar sea vigorizado la cátedra y complementándola con metodologías, herramientas y nuevas tecnologías, está tomando forma el Primer Diplomado en Emprendimiento, con miras a convertirse en la primera maestría del país.

Han sido ya varios años los que llevo, caminando la senda del emprendimiento; acompañando a la universidad, y en muchos otros casos acompañando a otros a caminar este sendero. En este caminar y desde mi observar, se han ido dibujando una estrategia fundamentada en diez procesos; que deseo compartirles. Todo inicia con provocar y mantener un “Cambio de Mirada”, emprender el “Emprendizaje” dado que el emprendimiento no se enseña y no se decreta, se aprende mientras se camina, lo que podemos es provocar espacios de aprendizaje que permitan vivir experiencias y generar competencias, asumir el rol protagónico de ser “agente transformador”, entendiendo que los entes formadores tienen la responsabilidad y la posibilidad de influir de manera real en el desarrollo de su entorno; el trabajo está en “formar personas emprendedoras”, personas que se empoderen, autoevalúen, tomen conciencia y se conviertan en agentes trasformadores de sus realidades y las de su entorno, creer que el “emprendimiento es para todos y todas”, ya que fin último no es sólo generar empresarios emprendedores, igual importancia tienen los estudiantes emprendedores, profesores emprendedores, emprendedores sociales, que valoren el “emprendimiento con humildad”, dejándose acompañar y apoyarse al caminar, reconociendo a los “actores claves para el desarrollo humano local”, y hacer sinergia con los gremios empresariales y profesionales, los organismos gubernamentales, las comunidades, las familias y la academia, haciéndose cargo y fortaleciendo juntos, iniciativas emprendedoras, con sentido común, filosofía ética y mucho trabajo en equipo. Valorando la “Lugarización” como la posibilidad de aprovechar todo aquello que las nuevas tecnologías y la globalización nos ofrece, para potenciar nuestra identidad, el amor y el interés por lo local; finalmente ser "paciente", ya que los frutos de una buena cosecha se disfrutan a largo plazo con lo que tomamos conciencia que “el camino del emprendimiento” no está cubierto de pétalos de rosas, pero está lleno de gratas experiencias.

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