En este caminar, con otros, se aprende y se desaprenden, cosas, tendencias, vivencias, en fin saberes. Comparto con ustedes este caminar, con algunos artículos, ensayos, notas, comentarios, y extractos de algunos libros, espero sus comentarios, que nutran esta experiencia y convide a otros a caminar.

PLAGIÓ… PLAGA!!!

UNA MIRADA EN RETROSPECTIVA Y REFLEXIVA DE MI UNIVERSIDAD

La Universidad Valle del Momboy se ha caracterizado por ser una comunidad distinta, innovadora y bregadora, por una parte, desde su concepción como una Asociación Civil y por otra, en su rol como ente capaz de trasformar la realidad del estado Trujillo, tuvo que luchar en sus inicios contra los vicios que se generan en sistemas sociales en crecimiento y desiguales, donde predominan los anti valores, vicios que pretendían enquistarse en la médula de esa casa de estudios. Sin embargo, quienes luchaban desde la solidaridad, la ética y la honestidad con visión trasformadora, tuvieron la capacidad de desplazarlos y abrir oportunidades a la pluralidad, a la innovación, a la creatividad; ese ambiente de armonía, fue el que destiló esos Valores que doce años después se muestran con orgullo enmarcado en las paredes de nuestras oficinas.

Doce años después otro vicio ya enquistado en muchas de las universidades del país nos asecha, quizás hasta haya podido enquistarse en algunas dependencias, procesos y débiles mentes de algunos miembros de esta comunidad, “El Plagio”, es un elemento pernicioso que da en algunos casos instantes de “satisfacción e idolatría”; pero que por un lado, sesga en la personas su capacidad de innovación, de creación, de disfrute, de dar vida a algo propio; y por otro, nos priva de la oportunidad de vivir el “Reconocer”, las cualidades de otro, mostrar las obras que leemos y los escritores que admiramos; nos sumerge en el miedo de sabernos descubierto o en la falsa autoestima de creernos superiores. Es dañino “El Plagio”, para cualquier persona, pero exponencialmente destructivo para una sociedad, cuando quienes forman, modelan, enseñan, lideran, lo practican.

Hoy debemos evocar nuevamente a esa visión trasformadora de antaño, para frenar esta práctica y provocar un cambio de miradas en aquellos que de una u otra forma han sido tentados; usando argumentos para justificar su uso, que si “todos lo hacen”, “que no lo prohíbe el reglamento”, “que es a lo interno”; hay que tener claro que lo que no prohíbe una ley o un reglamento, lo puede prohibir la honestidad, esta es una práctica que atenta con nuestra Razón de Ser; y ese punto en donde la Ética está en tela de juicio, no se negocia. Nuestros Valores no fueron inventados de un día para otro o para cumplir con un tema de imagen corporativa, han sido fruto de nuestro “Hacer”, del hacer para bien o para mal, de muchos que quizás no están ahora con nosotros pero que nos permitieron tener un patrón de comparación y decidir encaminarnos por el buen camino. Por tanto, para modificar o cambiar algunos de nuestros Valores tendríamos que cambiar nuestra Razón de Ser, ¿se estaría dispuesto a sacrificar tanto?.

Estructuras estandarizadas, rígidas y complejas, muchas veces más complejas dependiendo del interpretar del metodólogo, líneas de investigación poco específicas, carencia de hábito a la lectura, carencia de sanciones, carencia de incentivos, la irresponsabilidad y deshonestidad como valores; son los nutrientes que hacen fuerte “El Plagio” en un sistema, en una comunidad, en la sociedad; y son estos los que hay que atacar; el plantear un arquetipo para la elaboración de trabajos especiales de grado, en donde la flexibilidad y la pertinencia en lo local predomine, temas y focos claros de investigación que estén apoyados por expertos, programas de formación continuos, políticas de incentivos para trabajos especiales de grado de calidad, políticas de sanciones para quien plagie, y una campaña de fortalecimiento de los valores, podrían ayudar.

En el país somos una universidad pequeña, quizás para muchos poco conocida, pero para los que nos conocen, somos una universidad innovadora, de personas emprendedoras, que trabajamos con ética y calidad, claras en el papel protagónico que ejercemos en el desarrollo de nuestro Estado; es una gran imagen que no nos podemos permitir opacar. Seguro estoy, de la capacidad de muchos compañeros, confiado estoy en su interés de mejorar su “Hacer”, tengo fe en que esta diatriba nos llevará por el mejor sendero ese que nos provocará cambios transcendentales como personas y como institución.

Como parte de esta familia, sigo caminando y luchando como los guerreros del Gran Julio César, “ Firme y Digno”.