En este caminar, con otros, se aprende y se desaprenden, cosas, tendencias, vivencias, en fin saberes. Comparto con ustedes este caminar, con algunos artículos, ensayos, notas, comentarios, y extractos de algunos libros, espero sus comentarios, que nutran esta experiencia y convide a otros a caminar.

EL OBSERVADOR Y LA OBJETIVIDAD



“Todo lo dicho es dicho por un observador” afirma Humberto Maturana en sus innumerables espacios de interacción y reflexiones profundas a los que invita; animado a reflexionar sobre la Objetividad en estas líneas, y luego invocar esta afirmación, es imperativo y necesario iniciar filosofando sobre el observador que somos, pues por ninguna circunstancia lo dicho puede ser separado de quien lo dice, no es posible hasta ahora científicamente separar una afirmación de una realidad independiente al observador. Lo que nos hace preguntarnos; ¿lo que una persona observa será igual a lo que yo observo?, si lo que él dice es verdad ¿mis afirmaciones también lo son?

En muchas ocasiones  afirmamos la veracidad y absoluta validez de nuestras ideas, supuestos,  puntos de vista, y en ese momento cometemos un error crucial ya que nos atribuimos cualidades que como ser vivo  no tenemos, cualidades dignas de Dios quien pudiera decir y conocer, sin estar viviéndolo porque él todo lo es; culturalmente  nos han encaminado a separar lo observado del observador cuando en sí lo observado “Es” por el observador y “Este” se hace en sus observaciones; por tanto terminamos confundiendo creer con saber.

Humberto Maturana, en su libro  “Del ser al hacer”, subraya mucho más estas afirmaciones cuando dice “ el observador es la fuente de todo, sin él no hay nada. Es el fundamento del conocer, es la base de cualquier hipótesis acerca de sí mismo, el mundo y el cosmos. Su desaparición será el fin  y la desaparición del mundo como lo conocemos ya que no quedaría nadie que pudiera percibir, hablar, describir y explicar”.


Esto nos lleva a pensar entonces que para que algo exista primero debe de ser observado, distinguido; en otras palabras, para poder ver algo primero hay que distinguir ese algo.  El observar es una operación estrictamente humana ya que requiere del lenguaje y de la conciencia que se está observando algo en ese momento. Un poco para ejemplificar, imaginemos estar en un aula, escuchando clase y de pronto una gota de agua cae en tu cara, en ese instante te asombras ya que “la gota”, no es algo que pertenece al contexto, identificas lo que es y buscas las razones, identificas de donde proviene y en ese instante la gota de agua forma parte de tu contexto, y le das un dominio relacional a su aparición.

Como seres humano podemos ser observadores, por ende creadores, pero a su vez podemos ser auto observadores lo que implica la posibilidad de auto crearnos,  la posibilidad de reflexión, distinción, de abandonar aquellas convicciones que impiden una percepción mayor de lo que veo y de retar  las verdades de otros;  poner  a la objetividad entre paréntesis  o decidir aceptarla como trascendental.

Culturalmente nos han separado lo observado del observador como elementos independientes, y al “objeto" se nos explica como la materia o asunto que el individuo percibe y sobre el cual piensa, y de su pensar aflora su afirmación sobre el mismo, lo cual le da la certeza de que es como es y segas su capacidad de rescindir sobre lo observado; y en el afán de validar nuestras certezas acudimos a argumentos que definimos como objetivos; con los cuales pretendemos ubicar en el contexto real y universal lo que decimos; sin darnos cuenta que lo más probable es que lo que estamos argumentando sobre lo observado lo hayamos aprehendido de manera racional, cultural o por herencia. Sin duda creemos que lo que la razón nos dice es la realidad, secando la posibilidad de nutrirnos de nuestro don de observar.

Es común para muchos de nosotros al encontrarnos con otros, en procesos conversacionales en el  intercambio de saberes acudir al llamado de la objetividad, pretendiendo que el otro argumente dejando fuera su esencia, aspirando que sea capaz de observar con independencia a su valoración como observador. Para Heinz von Foerster en una declaración de la American Society for Cibenetics la objetividad no es más que “la alucinación de poder hacer observaciones sin observador, la apelación a la objetividad es el rechazo a la responsabilidad de quien observa”. Entonces, cuando invitamos a otros a ser objetivo, a tomar la objetividad como fundamento, al momento de observar algo con el fin, que valide un argumento específico sobre lo observado, logramos no sólo que tome como racional lo que decimos, sino que lo liberamos de su responsabilidad como observador.

En el libro La Objetividad: Un argumento para obligar, Humberto Maturana nos muestra dos caminos para entender, interpretar y vivir la objetividad: al primer camino lo llama objetividad sin paréntesis u objetividad transcendental, y el segundo camino lleva al conocer la objetividad entre paréntesis u objetividad constitutiva.

Cuando se profundiza en la objetividad sin paréntesis, se parte de la base que los objetos existen independientemente del observador y que son posible de conocer, los que nos lleva a la negación con todo aquello que no concuerda con las afirmaciones, que afirmamos “objetivas”, no se está dispuesto a escuchar ni se da cabida a entender nada, se cree manejar la verdad universal. Por otra parte cuando se toma el camino de la objetividad entre paréntesis, su fundamento emocional consiste en disfrutar la compañía del otro, el rol del observador es plenamente aceptado, este enfoque no niega la distinción del otro, y los argumentos no están basados en la referencia a lo observado sino en la coherencia entre las distinciones. Desde este camino uno se da cuenta que nadie está en posesión de la verdad y que existen muchas realidades posibles.

Cada manera de vivir la objetividad es legitima y valida, pero sin duda no igualmente deseable, el que toma el camino del reto, la explicación, la auto observación,  se encuentra con la rica experiencia de reconocer al otro como legitimo otro, busca la conversación y encuentra puntos de encuentro; el que se cierra a este camino, solo acepta y vive bajo la sumisión, aceptación de lo que para otro es real, es verdad, es porque es y/o porque siempre ha sido.

¿Qué camino tomaremos?, seguro estoy que luego de leer estas líneas, al pillarnos, pidiendo a otro que “sea objetivo”, o que acuda a su objetividad; viviremos la auto observación; reflexionaremos y decidiremos si le colocamos paréntesis o lo dejamos fuera.

10 comentarios:

JORGE RANGEL dijo...

ESTE ARTICULO EXPRESA LA REALIDAD , POR QUE EL HOMBRE ES UN OBSERVADOR POR NATURALEZA, AUNQUE LA OBJETIVIDAD PUEDE VARIAR DEPENDIENDO DE COMO SE PERCIBE LA REALIDAD.

-ReScAtE jUvEnIL- dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jose Reyes Piña dijo...

este tema es muy bueno, algo que me llama la atencion es que si algo existe primero, debe ser observado, el observar es una operación humana donde esto requiere del lenguaje y el cuidado en ese momento, tambien podemos ser auto observadores lo que envuelve la posibilidad de auto crearnos esdecir la posibilidad de reflexionar o abandonar cosas que impiden un conocimiento mayor de lo que veo...

Unknown dijo...

Este artículo es muy interesante porque frecuentemente hablamos de objetividad o verdad absoluta, pero realmente ¿existe un ser completamente objetivo? , en mi particular considero que no, porque somos sujetos y por ende somos subjetivos a la hora de expresarnos o tomar decisiones y eso es a partir de una observación propia, ya que cada ser humano vive experiencias distintas y únicas que lo diferencian de los demás. En síntesis la objetividad u observación son conceptos relativos, ya que cada todo dependerá como dice el dicho “depende del ojo que lo mire” por ello estoy más apegado a la teoría de objetividad entre paréntesis, ya que debemos aceptar las opiniones y modos de ver la realidad de las demás personas porque nunca existiría una sola verdad sino un conjunto de verdades que formaran una realidad u observación subjetiva.

Orlibethj Valecillos dijo...

En el articulo públicado podemos analizar que nosotros como seres humanos, tendemos a separar la observacioon al observador ya que ninguna persona puede pensar igual que la otra, ocasionalmente afirmamos verazmente nuestras ideas y puntos de vista sin saber que podemos llegar a estar errados. La objetividad nos permite tener claridad sobre la verdad, pensar las cosas dos veces y tomar mejores decisiones, para no dejarnos llevar por las emociones. Desde mi punto de vista me parece que no somos objetivos ni realistas y actuamos en el entendido de que no somos dueños de la verdad.

Orlibethj Valecillos
C.I 25011042
Emprendedores II

Karla Quintero dijo...

Principalmente muy reflexivo articulo ya que los seres humanos poco sabemos observar, simplemente miramos o apreciamos mas no observamos las cosas como deben ser. no somos perfectos pero intentamos serlo mucha veces queremos que todos piensen igual que nosotros y no debe ser cada quien debe tener sus propios ideales, sus propias opiniones y cada quien debe tener una perspectiva distinta de la vida, el ser objetivos nos permite aclarecer muchas cosas porque tenemos control sobre las verdades, somos menos emocionales y mas racionales de manera que esto influye en saber tomar las decisiones correctas.

sorellys cardozo dijo...

Este tema de Humberto Maturana habla de la realidad absoluta. Mi opinión es que cada humano vive experiencias distintas y q todos no pensamos lo mismo al respecto, la objetividad permite tener claridad sobre la verdad.!

Juan Villarreal dijo...

Observar es aplicar atentamente los sentidos a un objeto o a un fenómeno, para estudiarlos tal como se presentan en realidad, puede ser ocasional o causalmente.

Debemos separar lo observado del observador. El observador puede percibir, hablar, describir y explicar. Como seres humanos podemos ser observadores, por lo tanto podemos ser creadores.
Lo que observamos la mayoría de las veces lo hemos aprendido de manera racional, cultural o por herencia, este es uno de los motivos por el que muchas veces no limitamos al creer que la razón nos dice la realidad y perdemos la posibilidad de aprender de nuestro don de observar.
Al hablar de objetividad Humberto Maturana nos muestra dos caminos: la objetividad sin paréntesis, en esta los objetos existen independientemente del observador y que son posible de conocer. La objetividad entre paréntesis en ella nadie está en posesión de la verdad y que existen muchas realidades posibles. Es nuestra decisión usar la objetividad con paréntesis o dejarlo fuera.

Alumno: Juan Carlos Villarreal
C.I: 11.896.060

Alonzo M. dijo...

Como seres humanos no siempre pensamos igual que otra persona ya que se tiene distintos puntos de vista sobre algo en especifico. Es por ello que cuando otros comenten sobre algo debemos respetar si no tenemos el mayor conocimiento sobre el asunto, en la informacion suministrada se resalta el hecho de que solo Dios lo sabe todo ya que es digno de Èl. Solo seamos objetivos cuando estemos seguros de lo que hemos visto y no anteponer ideas si no han sido observadas.

Anónimo dijo...

no todos pensamos ni vemos las cosas de la misma manera, podemos ser observadores mas no objetivistas o lo contrario a esto. este articulo da mucho a pensar y reflexionar, muy bueno!
YENIFER BENCOMO
21.062.067