Recientemente leí un libro del filósofo español José Antonio Marina titulado: “La inteligencia fracasada: teoría y práctica de la estupidez” que me ha impresionado mucho. Trata el autor de la frecuencia con que personas inteligentes toman decisiones estúpidas. Incluso se pregunta ¿Por qué las personas inteligentes pueden ser tan estúpidas? Al final tiene un interesante capítulo que extiende el desarrollo conceptual y trata el tema de las sociedades inteligentes y las sociedades estúpidas.
Alfredo Bryce-Echenique publicó en El Mercurio de Santiago de Chile un artículo que fue reproducido por El Nacional de 3 de julio 2006 titulado “La estupidez perjudica gravemente la salud”. Se refiere el escritor a los escasos estudios sobre este fenómeno que es “la primera causa de sufrimiento de nuestra especie”. Define el escritor peruano, autor de numerosas obras literarias, entre otras Un mundo para Julios y El huerto de mi amada: “el estúpido es aquel que causa daño a otros sin obtener provecho alguno, en contraposición al inteligente, que sabe conseguir beneficio para los demás y para sí mismo”