EL ROL DE LAS UNIVERSIDADES EN EL CAMBIO LATINOAMERICANO

La universidad latinoamericana desde mi mirar, ha heredado los vicios del modelo clásico de enseñanza,  de alguna forma y en algunas áreas se ha vuelto obsoleta, quizás porque las exigencias e interrelaciones entre ciencia, educación y sociedad no son las mismas que las de siglos pasados.

Las universidades, deben cambiar la mirada, y darse cuenta que las innovaciones en pensul, incorporaciones de materias, implementación de tecnologías, no son aportes reales a la formación, sino se acepta, que los estudiantes de ahora, no son los de hace 60 años; que a los jóvenes de ahora hay que formarlos pensando en la educación y en las herramientas que necesitaran 15 años más adelante, esto nos invita no solo a la búsqueda de nuevas metodologías, sino a la creación de espacios de reflexión.

La universidad latinoamericana necesita migrar un aun modelo que valore las emociones, la espiritualidad, la humanidad, el acompañar, sin descuidar claros fundamentos teóricos que permitan gatillar nuevas reflexiones, nuevas interpretaciones, nuevas innovaciones. Un modelo donde el profesor, es un facilitador de espacio de aprendizaje, que potencias sus sesiones, con sus experiencias y que tiene claro que en un aula,  tanto crece el que aporta como el que aprende.

La universidad latinoamericana debe apuntar a “Sembrar Identidad”, ese conjunto valores, orgullo, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que nos hacen “Distintos”, que nos hacen generar sentido de pertenecía por lo nuestro. La globalización de alguna forma ha cegado los ojos a muchos, convirtiéndolos en extranjeros en su propia tierra y con esta afirmación no pretendo satanizar el uso de las nuevas tecnológicas, la globalización y el poder de conectividad, pero de qué le sirve a una universidad estar conectada al mundo si no tiene vinculación su entorno, sentido de pertenecía,  ni nada que mostrar de él.

Latinoamérica necesita universidad que tengan la capacidad de “vivir el padentrismo”, de mirar a su interior y moverse de su espacio de confort, que luchen contra esos modelos paradigmáticos paralizadores occidentales que desde hace siglo las han gobernado; y se reten en ser universidades creativas, lugarizadas, especializadas, tecnificadas y profundamente comprometidas con su entorno, sin duda sería el mayor aporte que pudieran hacer a la sociedad que y ha el acompañamiento en la implantación de un modelo o arquetipo de desarrollo humano integral.

 

Tres propuestas concretas que le formularía a las Universidad para promover los cambios.

1.-Conectarse, escuchar y hacer por su entorno. Concretar proyectos de Extensión que apunte a atender las necesidades de su entorno, investigaciones con pertinencia Local. Fomentar la Lugarizacion.

2.- Promover modelo de aprendizaje, donde se valoren las emociones, la espiritualidad, la humanidad, el acompañar, sin descuidar claros fundamentos teóricos. Programas de Formación  y Actualización para profesores 2.0.

3.- Promover redes de egresados y estudiantes vinculados a los gremios locales y grupos de acción que hagan vida activa en su entorno.