Hacia la ecoalfabetización
El calentamiento global y la ola conservacionista ha captado la atención de todos y quiérase o no, cada día que pasa, son más sus adeptos, las comunidades gracias a las nuevas tecnologías y a las bondades de la web social 2.0, tienen posibilidades infinitas de manejan con propiedad los conceptos y principios ecológicos, cultivando la conciencia ecológica, convirtiéndose en personas “ambientalmente responsables” y en algunos Estados y países han incentivando la creación de políticas públicas acorde a estos tiempos “verdes”; es aquí donde las “Empresas Concientes” aquellas donde quienes las conforman, tienen la “responsabilidad” como el desiderátum de su vida, pueden potenciar su hacer, con una mirada sistémica de su actuar.
Un punto de vista atractivo que extrapola el comportamiento de la naturaleza, a nuestro actuar personal y en nuestro rol como entes en busca de desarrollo, es el presentado por el doctor Frijot Capra[1], en su libro Conexiones Ocultas, donde puede apreciarse la principal fricción entre dos elementos fundamentales para la vida humana sostenible en el planeta, la ecología y el desarrollo económico, fricción que deriva del hecho, que los ecosistemas de la naturaleza son cíclicos, mientras que el desarrollo económico opera en forma lineal, por tanto podemos apreciar, que en la naturaleza la materia circula continuamente y, en consecuencia, los ecosistemas no generan residuos. Por el contrario, las actividades humanas en pro del desarrollo, toman recursos de la naturaleza y los transforman, resultando en el mejor de los casos productos y siempre los residuos.
Entonces: ¿Cómo podríamos combinar y utilizar nuestro conocimientos de ciencia y de tecnología, con nuestro conciencia cultural y cómo trasformar nuestra cultura para crear una que interactúe con las ciencias y con el mundo que nos rodea de una forma sustentable? El doctor Humberto Maturana[2], nos habla de
Nos encontramos en un punto en el que 6.4 millones de personas[3] debemos imaginar cómo rediseñar el diseño mismo, entender el diseño como el primer indicio de la intención humana de caminar el sendero de la sustentabilidad, en donde los materiales son vistos como objeto que tiene un gran valor que necesita completar un ciclo, en donde la energía debe provenir de recursos renovables principalmente del sol, en donde el agua que se necesita debe estar limpia y salir limpia de un sistema, el pasar de la producción en masa, donde los procesos son esencialmente destructivos, a la utilización en masa de objetos que se conviertan en activos y no en pasivos, en resumen que el desecho de un sistema se convierta en el insumo de un nuevo sistema.
La forma de hacer las cosas en la mayoría de nuestro procesos gerenciales, industriales y/o manufactureros, van en contraposición con la forma como opera la vida en la naturaleza; si reflexionamos un poco podemos darnos cuenta que la naturaleza no genera desechos, es decir, el desecho de un organismo es el alimento de otro, este es el nuevo modelo del sistema industrial y manufacturero en el cual las empresas deben pensar, un sistema productivo libre de desechos.
En la película “
Iniciativas interesantes se están viendo en algunos países, otros todavía sesgan esas iniciativas por la incredulidad o los intereses capitalistas; iniciativas interesantes se ven en algunas comunidades, otras todavía sesgan esas iniciativas por la incredulidad de creer que lo que hagan no contribuye. Iniciativas interesantes se ven en algunas personas, que hacen reflexionar a otras, y empiezan a evangelizar, derrotando la incredulidad, cambiándola por la participación activa y protagónica en el rescate de aquello que garantiza, el bienestar propio y el de los que todavía no llegan.
Con todo esto recordé una frase dicha por un filósofo alemán, Arthur Shopenhauer[4]: “La tarea no es tanto ver lo que nadie ha visto todavía, sino pensar lo que nadie ha pensado sobre aquello que todo el mundo ve”.
El ambientalismo solía ser el proyecto de algunos apasionados, ahora millones de personas han reaccionado ante la destrucción ecológica que como seres vivos hemos ocasionado. Como personas, gerentes, empresarios debemos atender esta luz amarilla; que nos invita a reflexionar; a tener una mirada sistémica; el ser parte de una empresa, organización o una comunidad “Ambientalmente Responsable”, ya no es una posibilidad, es una obligación que por un lado imponen las leyes, pero por el otro lo impone la conciencia ética; tarde o temprano como personas y/o empresas nuestro entorno, nuestros clientes, nuestros proveedores lo exigirán.
[1] Frijot Capra : Doctor en física teórica por
[2] Humberto Maturana : Nace en Chile en 1928, biólogo Ph. D. Harvard (1958). Estudia medicina (U. De Chile) y luego biología en Inglaterra y EEUU. Sus trabajos iníciales los desarrolla estrechamente ligado con Francisco Varela G. con quien publica en conjunto el notable ensayo De máquinas y Seres Vivos (Editorial Universitaria 1972, Santiago de Chile) y luego su obra más maciza El Árbol del Conocimiento (Editorial Universitaria, Santiago de Chile 1984).
[3] According to the International Programs Center, U.S. Census Bureau, the total population of the World, projected to 08/04/09.
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