En los últimos años las empresas emergentes, han estado más atentas que nunca a los resultados que logran sus competidores directos e indirectos, pero sobre todo las estrategias que emplean para llegar a ellos. No se trata de copiar las experiencias de otros, sino de "aprender del mejor", de medir las diferencias existentes respecto a las prácticas y resultados del mejor representante de la industria o del competidor más cercano, y de entender las razones por las que este posee un mejor desempeño.
Una vez comprendidas estas razones, la lógica misma lleva a tomar la decisión de mejorar, de aprender de lo aprendido por otros y de cerrar la brecha existente respecto de la empresa líder. A este proceso, es a lo que se conoce como benchmarking.
Del conocer, se desprende la independencia que nos ayuda y contribuye a validar la decisión de hacer o no hacer algo que puede que deseamos, la magia esta en aprovechar lo que otro ya ha aprendido, para así, hacerlo mejor. Esto, me lleva a recordar la famosa fabula del la Libre y la Tortuga, en la cual la velocidad de la libre frente a la tortuga, nos afirma, que los rápidos y tenaces tienden a ganar las carreras, ahora; si la Tortuga llega a conocer esto del “benchmarking”, probablemente, aprenderá de la Liebre, y lenta pero constante, identificara sus ventajas competitivas, cambiará las condiciones del entorno, y con mucha seguridad, en una segunda vuelta, se titula ganadora de la carrera.
Ahora bien, ¿Qué nos ha pasado a los Trujillanos (oriundos de Trujillo- Venezuela), que no hemos aplicado esto del benchmarking, a nuestro Estado o nuestra ciudad? El benchmarking es aplicable a todo, y muchos conocemos experiencias de estados y/o ciudades que se han transformado, que han dado un salto cuántico, de lo que eran a lo que son, ejemplo cercanos hemos tenido Cali, Medellín, Cúcuta, solo por nombrar algunas.
Seria, posible para comenzar, un estudio, analizar estas tres primeras ciudades como ciudades objetivo, ya que hasta ahora se han mantenido en una mejora constante, y tomar variables de cada una de ellas, como por ejemplo: calidad de vida, seguridad, espacios públicos, formación ciudadana, tráfico automotor, legislación ambiental; aprender de ellas sería fundamental, el ¿Cómo lo hicieron? o ¿Qué hicieron?, para así lograr nosotros aplicar y mejorar.
Sera que es necesario, hacer llegar a los gobernadores de turno, literatura o referencias bibliográficas, para que se animen a cambiar la manera tradicional y anacrónica de hacer las cosas y de una vez por todas empezar a construir la ciudad que todos queremos. Sin duda alguna que esta se convertiría en una experiencia, que los especialistas llamarían un “benchmarking cooperativo o de colaboración”, todos nos montaríamos en ese tren.
También pienso, que esta sería una experiencia interesante, para concientizar, sobre el tema del calentamiento global; muchas veces he tenido la oportunidad de ver la película de Al Gore, “La verdad Incomoda”, cada semestre la comparto con mis alumnos, con el objeto de ecoalfabetizarlos y cada vez que la veo, me impresiona mas. En ocasiones, me pregunto, que sería de este Estado y de esta ciudad, si tomará como bandera, el tema del Ecodiseño y la Ecoalfabetización para proyectarse en el mundo, pudiera ser esa la herramienta que le ayude a conseguir cientos de recurso para crecer; y esta es una estrategia que ya otra ciudades han tomado, unas el tema del café, otras el tema de las flores, otras los carnavales, otras hasta los muertos; porque el estado Trujillo y/o Valera no pudieran ser referencia en el mundo como “LA CIUDAD VERDE DE VENEZUELA”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario