¿Cuántas veces al día, nos encontramos en “Trasparencia”?, en un estado de vida artificial y automática, en donde la vida pasa, pero sin nosotros vivirla y que donde solo un “quiebre” nos permite reaccionar y disfrutarla; plantas, aves, personas, olores, amores, familia, que desde mucho tiempo no veíamos y no sentíamos.
Qué diferencia con aquellos niños que fuimos, donde la realidad era la que nosotros creáramos, donde la verdad era un mundo de cosas posibles y no una sola, donde habían mas colores, mas sabores, mas amores, mas soluciones, mas propuesta y donde los otros, eran parte fundamental en nuestros juegos. Un mundo donde la razón no sesgaba los sentimientos ni la intuición. Debemos ser más niños, debemos jugar más, debemos vivir.
Comparto con ustedes un video que en este caminar me conseguí y creo que los invitara a reflexionar sobre lo mismo.
Comparto con ustedes un video que en este caminar me conseguí y creo que los invitara a reflexionar sobre lo mismo.
1 comentario:
Es una gran verdad, lamentablemente las ocupaciones y responsabilidades nos alejan de todas esas cosas que son tan importantes para nosotros como seres humanos que la dejamos a un lado por el simple hecho de no verlas con la misma importancia que antes, por eso es que no debemos dejar morir ese espiritu de niño que hay dentro de nosotros para disfrutar de esas pequeñas cosas que hacen que nuestra vida sea maravillosa.
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