Es un libro profundo, fluido de fácil lectura, que contrasta de alguna forma con su titulo, al inicio puede pensarse, que es un libro técnico y aburrido pero al encontrarte con frases de Cristóbal Colon, poemas de Neruda, pensamientos de Popol Vuh- y otros elementos que te engancha en una lectura que recorre nuestros orígenes y poco a poco te hace aterrizar en la realidad contemporánea- te cambia por completo la percepción inicial. La primera parte es un rápido recorrido por la historia de Latinoamérica y sus siete grandes revoluciones: el poblamiento, que presenta uno de los temas mas discutidos en los últimos siglo como fue el origen del Hombre en las Américas, paseándose desde la idea de origen desde los pueblos semíticos hasta concluir nuestro vínculo con los asiático. La agricultura, como la invención que permitió la revolución determinante para el desarrollo de la humanidad con inicios en el neolítico, y con un salto de la economía depredadora de cacería a la economía productiva de los agricultores; las primeras culturas fundamentadas en el legado Olmeca y luego con la cultura Chavin, las grandes culturas Mayas, Aztecas e Incas.
El Encuentro, con una narración fantástica del encuentro de dos mundos, con culturas, religiones e intereses distintos, encuentro que fue acompaño con el interés de colonizadores, imposiciones y explotación; avaricia que durante años, genero un clima social que gatillo un proceso independentista, que finalmente impulso un proceso de integración cristalizado en la actualidad. La segunda parte es una descripción de los cinco desafíos básicos de Latinoamérica en la actualidad con base en la educación, la sociedad, la economía, la ecología y la política.
En el libro se desarrollan tres ideas básicas que se entrelazan constantemente en sus diversos capítulos: en primer lugar la Educación como única ventaja real a largo plazo, resaltando lo maquiavélico de la hiperignorancia y priorizando la educación latinoamericanas en 5 grandes aéreas: la educación básica, la educación femenina, la educación rural, la educación integral y finalmente la formación continua. Al final queda claro que la educación de los ciudadanos es la base de las riquezas de las naciones; que no es como muchos piensan; que si el petróleo, minas, tierras fértiles, recursos naturales; la verdadera riqueza está en que los cerebros de los niños de un país este llenos de conocimientos, generen competencias, y estén en una continua mejora.
En segundo lugar el desafío económico donde fundamentalmente se deja claro que el empobrecimiento de las grandes naciones no está atado solamente porque los empresarios manejan mal sus negocios, sino que un factor primordial es la buena gestión del estado sobre los bienes públicos y resalta la iniciativa privada como principal generadora de riqueza.
Una mirada alentadora, es la que presenta el autor en su último capítulo, donde resalta que los diferentes países latinoamericanos están buscando las ventajas de una verdadera integración hemisférica; y hace poco tiempo, pudimos ver cristalizado parte de esta integración impulsado principalmente por nuestro país.
Claro que los verdaderos beneficios de esta integración estarían no solo en lo económico sino más bien en lo cultural y educativo. Para concluir, evoco los conceptos de hiperignorancia, hiperpobreza, hiperintervención, hipercorrupción e hiperdiferencia, que son los verdaderos enemigos de latinoamerica y solo aprendiendo de ellos y atacándolos podremos disfrutar de un futuro mejor. Mas ciudadanos consientes, gatillarán mas gobernantes capaces, una población cada vez más educada, dará libertad de pensamiento y esta gatillará la verdadera transformación productiva de la sociedad.
Para estimular esta reflexión, cabe citar al genio polifacético José Ingenieros, “En la Utopía de ayer, se incubo la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitaran las nuevas realidades”.
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