INNOVACIÓN COMO PRIORIDAD
Cuando recordamos al educador y filosofo Simón Rodríguez en su “inventamos o erramos”, se hace patente la certeza del pensador al describir la importancia de la creatividad humana en la búsqueda de caminos propios en el desarrollo del individuo o de la colectividad de la que forma parte. Concepto este, que cobra vigencia, más aun, cuando la temática está referida a la dinámica de la economía y al desarrollo tecnológico inmanentes a esa nueva estructura social que se ha denominado con distintos términos, como: Sociedad globalizada, aldea global, sociedad del conocimiento, sociedad de la información, o sociedad post industrial.
Esta transformación de la estructura de la sociedad, se caracteriza por un espectacular incremento de conocimiento humano, se estima que en las cuatro últimas décadas el mismo ha avanzado más que en los últimos mil años gracias a las nuevas tecnologías informáticas. La tasa de obsolescencia de esa tecnología es del 20% anual, es decir, la misma queda totalmente obsoleta cada 5 años; y quizás lo más importante de la sociedad del XXI, es el acceso que hoy tienen las personas a toda información en cualquier parte del mundo, en tiempo real.
El desarrollo de la economía y las ciencias empresariales en el Siglo XXI vienen enmarcadas por dos factores fundamentales e ineludibles, La globalización y la revolución en las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), que a su vez, condicionan el desideratum empresarial en estrategias orientadas a la innovación, integración, productividad, y sobre todo, competitividad.
Los procesos de integración, la liberación de los mercados, la descentralización de los mercados financieros que conlleva la globalización, obligan y constriñen a las economías nacionales, emergentes o subdesarrolladas, a acceder a las nuevas tecnologías en procura del de estrechar la brecha tecnológica que las separa de las economías sustentables de primer mundo. Más aun, Algunos expertos consideran que para sobrevivir y lograr ventajas competitivas importantes en una economía globalizada es imprescindible no solo mejorar lo que se está haciendo sino innovar en creatividad y tecnología, lo que nos retrotrae a lo planteado por el maestro de El Libertador.
Las empresas del siglo XXI no pueden soslayar esta realidad, so pena de estancarse o desaparecer, y deben adaptar sus organizaciones y estructuras a las condiciones que imponen la globalización y las tecnologías de la comunicación y la información (TIC). Quizás la herramienta más importante de que disponen las empresas, gracias a las TIC, sea Internet, por lo que considero importante priorizar sobre la misma, a pesar del amplio espectro temático que nos brinda las nuevas tecnologías como: comunicaciones móviles, banda ancha, satélites, microondas, etc.
Internet se inicia como una red local, en la década de los 70, y ha llegado a convertirse en una red a nivel planetario o “superautopista de la información” que universaliza los intercambios y relaciones. Las bondades de este instrumento tecnológico, en lo referido a la economía empresarial, podríamos sintetízalas en los siguientes aspectos:
• Toda modalidad empresarial (Grandes corporaciones, macroempresas, MyPEs, cooperativas, empresas de outsourcing, economía informal, entre otras), cuenta en las redes con un instrumento de comunicación interna o externa ilimitado (Internet, Intranet), donde el correo electrónico, la mensajería instantánea, el Web Site y otras aplicaciones; se constituyen en herramientas de bajo costo en comparación a otras modalidades de comunicación.
• Todo proceso administrativo, compras , ventas, comunicaciones y la gran mayoría de las funciones de las empresas se ven afectadas positivamente, desde el punto de vista de los costos, por la implementación de estas tecnologías, factor fundamental en la optimización de la competitividad de las mismas.
• Facilita el modo de identificar, crear, desarrollar y servir a la demanda (marketing). Perfecciona la interrelación Empresa-Cliente y coadyuva a la fidelización del consumidor. Internet es un medio óptimo para crear un sistema de atención al cliente eficaz y a bajo coste, y provee de un poder sin precedentes al consumidor, ya sea cliente final o empresa, al disponer de un medio de análisis e información sin límite sobre los productos o servicios que desea adquirir.
• Permite a las empresas el acceso a un mercado ilimitado, con la existencia de alrededor de 500 millones de usuarios, con un potencial de crecimiento de 8% mensual.
• La tasa de retorno en la inversión en nuevas tecnologías es aceptable con relación a otros tipos de inversión.
• Permite innovar en cuanto al mercadeo, al soslayar la intermediación con el trato directo con el cliente, en consecuencia abarata el costo final al consumidor. Además, trabaja como una herramienta de servicio al cliente y personalización de productos partiendo de la información del proveedor y del cliente.
A pesar de todos los beneficios que conlleva las nuevas tecnologías al desarrollo empresarial, resulta incuestionable, a excepción de las macroempresas y transnacionales, la relativa poca demanda de las mismas en el contexto latinoamericano, sobre todo cuando nos referimos a ese segmento de empresas con poca capacidad de inversión y recursos (Microempresas, cooperativas, PyMES, emprendedores por necesidad u oportunidad, entre otros). Quizás este rechazo o resistencia a la adopción de nuevas tecnologías, por parte de este sector empresarial, se explique por la falta de información y la carencia de políticas adecuadas, por parte del Estado y el sector privado, dirigidas a la creación de infraestructura tecnológica y proyectos educativos que incentiven su uso.
Si la realidad latinoamericana es preocupante en este sentido, mucho mas es la nuestra, los venezolanos vivimos la paradoja de ser ricos-pobres, y lamentablemente estamos desaprovechando la coyuntura económica que nos ha permitido los más altos ingresos petroleros de la historia. Panorama desolador que se refleja en altos índices de pobreza critica y pobreza relativa, un sistema de educación pública que ocupa el segundo lugar entre los peores del mundo, un sector informal economía que ocupa el 53% de la población económicamente activa, amen de los dos millones de personas desempleadas. Transformar una economía rentista en una economía desarrollada y sustentable, exige atacar los problemas estructurales de la misma, meta inalcanzable sino se recurre a las bondades de las nuevas tecnologías. Los que militamos en el mundo tecnológico estamos en la obligación de hacer entendible nuestro discurso y hacerlo llegar a los entes responsables del desarrollo económico en nuestro país. Meta difícil pero no inalcanzable, sobre todo cuando contamos con un recurso humano considerado como el segundo más emprendedor del mundo. Finalmente, quisiera recordar que las Naciones Unidas (ONU), fijó entre los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, fomentar una asociación mundial para el desarrollo e incluye entre sus metas. “Velar porque se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular, los de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones”. Los Estados, la sociedad y el empresariado actual, están en la obligación de concurrir a las ventajas que brindan las nuevas tecnologías, de no ser así, la conducta omisiva y el temor a los cambios, trasformara a los conformistas e indiferentes de hoy en los excluidos y marginales del mañana.
Cuando recordamos al educador y filosofo Simón Rodríguez en su “inventamos o erramos”, se hace patente la certeza del pensador al describir la importancia de la creatividad humana en la búsqueda de caminos propios en el desarrollo del individuo o de la colectividad de la que forma parte. Concepto este, que cobra vigencia, más aun, cuando la temática está referida a la dinámica de la economía y al desarrollo tecnológico inmanentes a esa nueva estructura social que se ha denominado con distintos términos, como: Sociedad globalizada, aldea global, sociedad del conocimiento, sociedad de la información, o sociedad post industrial.
Esta transformación de la estructura de la sociedad, se caracteriza por un espectacular incremento de conocimiento humano, se estima que en las cuatro últimas décadas el mismo ha avanzado más que en los últimos mil años gracias a las nuevas tecnologías informáticas. La tasa de obsolescencia de esa tecnología es del 20% anual, es decir, la misma queda totalmente obsoleta cada 5 años; y quizás lo más importante de la sociedad del XXI, es el acceso que hoy tienen las personas a toda información en cualquier parte del mundo, en tiempo real.
El desarrollo de la economía y las ciencias empresariales en el Siglo XXI vienen enmarcadas por dos factores fundamentales e ineludibles, La globalización y la revolución en las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), que a su vez, condicionan el desideratum empresarial en estrategias orientadas a la innovación, integración, productividad, y sobre todo, competitividad.
Los procesos de integración, la liberación de los mercados, la descentralización de los mercados financieros que conlleva la globalización, obligan y constriñen a las economías nacionales, emergentes o subdesarrolladas, a acceder a las nuevas tecnologías en procura del de estrechar la brecha tecnológica que las separa de las economías sustentables de primer mundo. Más aun, Algunos expertos consideran que para sobrevivir y lograr ventajas competitivas importantes en una economía globalizada es imprescindible no solo mejorar lo que se está haciendo sino innovar en creatividad y tecnología, lo que nos retrotrae a lo planteado por el maestro de El Libertador.
Las empresas del siglo XXI no pueden soslayar esta realidad, so pena de estancarse o desaparecer, y deben adaptar sus organizaciones y estructuras a las condiciones que imponen la globalización y las tecnologías de la comunicación y la información (TIC). Quizás la herramienta más importante de que disponen las empresas, gracias a las TIC, sea Internet, por lo que considero importante priorizar sobre la misma, a pesar del amplio espectro temático que nos brinda las nuevas tecnologías como: comunicaciones móviles, banda ancha, satélites, microondas, etc.
Internet se inicia como una red local, en la década de los 70, y ha llegado a convertirse en una red a nivel planetario o “superautopista de la información” que universaliza los intercambios y relaciones. Las bondades de este instrumento tecnológico, en lo referido a la economía empresarial, podríamos sintetízalas en los siguientes aspectos:
• Toda modalidad empresarial (Grandes corporaciones, macroempresas, MyPEs, cooperativas, empresas de outsourcing, economía informal, entre otras), cuenta en las redes con un instrumento de comunicación interna o externa ilimitado (Internet, Intranet), donde el correo electrónico, la mensajería instantánea, el Web Site y otras aplicaciones; se constituyen en herramientas de bajo costo en comparación a otras modalidades de comunicación.
• Todo proceso administrativo, compras , ventas, comunicaciones y la gran mayoría de las funciones de las empresas se ven afectadas positivamente, desde el punto de vista de los costos, por la implementación de estas tecnologías, factor fundamental en la optimización de la competitividad de las mismas.
• Facilita el modo de identificar, crear, desarrollar y servir a la demanda (marketing). Perfecciona la interrelación Empresa-Cliente y coadyuva a la fidelización del consumidor. Internet es un medio óptimo para crear un sistema de atención al cliente eficaz y a bajo coste, y provee de un poder sin precedentes al consumidor, ya sea cliente final o empresa, al disponer de un medio de análisis e información sin límite sobre los productos o servicios que desea adquirir.
• Permite a las empresas el acceso a un mercado ilimitado, con la existencia de alrededor de 500 millones de usuarios, con un potencial de crecimiento de 8% mensual.
• La tasa de retorno en la inversión en nuevas tecnologías es aceptable con relación a otros tipos de inversión.
• Permite innovar en cuanto al mercadeo, al soslayar la intermediación con el trato directo con el cliente, en consecuencia abarata el costo final al consumidor. Además, trabaja como una herramienta de servicio al cliente y personalización de productos partiendo de la información del proveedor y del cliente.
A pesar de todos los beneficios que conlleva las nuevas tecnologías al desarrollo empresarial, resulta incuestionable, a excepción de las macroempresas y transnacionales, la relativa poca demanda de las mismas en el contexto latinoamericano, sobre todo cuando nos referimos a ese segmento de empresas con poca capacidad de inversión y recursos (Microempresas, cooperativas, PyMES, emprendedores por necesidad u oportunidad, entre otros). Quizás este rechazo o resistencia a la adopción de nuevas tecnologías, por parte de este sector empresarial, se explique por la falta de información y la carencia de políticas adecuadas, por parte del Estado y el sector privado, dirigidas a la creación de infraestructura tecnológica y proyectos educativos que incentiven su uso.
Si la realidad latinoamericana es preocupante en este sentido, mucho mas es la nuestra, los venezolanos vivimos la paradoja de ser ricos-pobres, y lamentablemente estamos desaprovechando la coyuntura económica que nos ha permitido los más altos ingresos petroleros de la historia. Panorama desolador que se refleja en altos índices de pobreza critica y pobreza relativa, un sistema de educación pública que ocupa el segundo lugar entre los peores del mundo, un sector informal economía que ocupa el 53% de la población económicamente activa, amen de los dos millones de personas desempleadas. Transformar una economía rentista en una economía desarrollada y sustentable, exige atacar los problemas estructurales de la misma, meta inalcanzable sino se recurre a las bondades de las nuevas tecnologías. Los que militamos en el mundo tecnológico estamos en la obligación de hacer entendible nuestro discurso y hacerlo llegar a los entes responsables del desarrollo económico en nuestro país. Meta difícil pero no inalcanzable, sobre todo cuando contamos con un recurso humano considerado como el segundo más emprendedor del mundo. Finalmente, quisiera recordar que las Naciones Unidas (ONU), fijó entre los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, fomentar una asociación mundial para el desarrollo e incluye entre sus metas. “Velar porque se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular, los de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones”. Los Estados, la sociedad y el empresariado actual, están en la obligación de concurrir a las ventajas que brindan las nuevas tecnologías, de no ser así, la conducta omisiva y el temor a los cambios, trasformara a los conformistas e indiferentes de hoy en los excluidos y marginales del mañana.
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